MÁS CARGA
TRIBUTARIA A LA SALIDA DE DIVISAS EN ECUADOR
Durante la década de 1680 el poder
francés sobre Europa, en el mandato de Luis XIV, aumentó notablemente debido a
la gestión económica realizada por Jean-Baptiste Colbert quien dijo: “El arte
de la tributación consiste en desplumar el ganso de tal manera que se le pueda
quitar el mayor número de plumas con la menor cantidad posible de ruido”. Pero,
en Ecuador, parece que los impuestos verdes están provocando el efecto inverso:
mucho ruido.
La publicación en el registro oficial
del Decreto Ley de Fomento Ambiental y Optimización de los Ingresos del Estado,
de noviembre de 2011, orientado a estabilizar la economía del país, le
permitirá al Gobierno Nacional incrementar el impuesto a la salida de divisas
(ISD) del 2 al 5 por ciento, ante la amenaza de los problemas
económicos-financieros que afronta Estados Unidos y la Unión Europea.
Además, este gravamen ha generado un
clima de incertidumbre en el país. Por un lado, el gobierno proclama las
ventajas monetarias del tributo, que generaría entre 600 y 700 millones de
dólares; por otro, el sector empresarial pregona los efectos negativos que
puede acarrear al país, como la disminución de la inversión extranjera directa
(IED) en los procesos productivos y comerciales.
El objetivo principal del ISD, es gravar
más valor a todas las operaciones y transacciones monetarias que se realicen al
exterior, con o sin la intervención de las instituciones del sistema
financiero.
Este impuesto se aplica desde 2008 con
un arancel de 0,5%, bajo la premisa de detener la salida de capitales para
sostener la estabilidad económica; un año después dicha tasa se incrementó al
1% y, posteriormente al 2%.
Si el ISD se aplica a las compras que se
realizan en el exterior, es lógico suponer que todas las importaciones se verán
afectadas y consecuentemente las empresas, porque adquieren insumos, materias
primas, maquinarias y mercancías por esta vía, encareciendo de esta manera la
producción y el comercio nacional. Este incremento se trasladará al consumidor
final, por el aumento de los costos de producción y de venta.
En términos monetarios el ISD, generó
incrementos significativos en los ingresos fiscales entre el 2008 hasta
noviembre 2011, según el Servicio de Rentas Internas (SRI). No obstante, su
variación marginal anual ha ido cayendo, de 527 por ciento en el 2009 a 4 por
ciento en el 2011. Dado este patrón de comportamiento de la recaudación, es de
esperarse que para el 2012 se produzca una disminución considerable en el monto
recaudado, dado el incremento de 1,5 veces su valor.
En términos de inversión, el solo
anuncio del incremento del ISD ocasionó una caída escandalosa entre 2008 y
2010, según datos del Banco Central del Ecuador. Este fenómeno es apenas
lógico, pues los empresarios evitan invertir ante la pérdida de incentivos,
porque la medida vuelve muy costosa la repatriación de utilidades.
En Ecuador, las políticas fiscales de
los últimos años han incrementado significativamente la carga tributaria, pese
a su lento crecimiento. Sin embargo, la historia muestra que una sobrecarga
impositiva a empresas o personas naturales, que ya tributan, tiende a
desalentar la creación de nuevas empresas y a debilitar la inversión.
Con menos tributos, habría mayores
ingresos y ahorros y, en consecuencia, mayor dinamismo en la economía y en la
generación de empleo.
Publicado:
Enero 6 de 2012
Revista:
FEN-REVIEW
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